abril 2009, Volumen 25, Número 1
Diversidad de la agricultura

Semillas, conocimientos y diversidad en las manos de pequeños agricultores en Honduras

FARIS AHMED | Página 28-30
DESCARGAR REVISTA COMPLETA
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

Honduras fue la “república bananera” original. Este país ecológicamente diverso, ubicado en América Central, ha experimentado más de un siglo de agricultura industrial.

Los bancos de semillas tales como este en el distrito de Otoro son manejados por los mismos agricultores, salvaguardando su control sobre las semillas y recursos genéticos locales / Foto: Autor

Desde finales del siglo XIX las compañías transnacionales de fruta tomaron el control de la mayoría de los terrenos de cultivo, produciendo piñas, plátanos y otras frutas de exportación. Aún en la actualidad, los terrenos más planos se reservan para las plantaciones agrícolas. Los predios comerciales suministran frutas a las corporaciones transnacionales para su exportación. Estos fundos practican un monocultivo intensivo con un uso significativo de insumos químicos, tales como fertilizantes y plaguicidas. La agricultura en Honduras se ha convertido en gran parte dependiente de semillas “mejoradas” de las compañías, minando así la resiliencia que los pequeños agricultores habían ido construyendo a través de los conocimientos locales y la biodiversidad. Las grandes empresas controlan el mercado en la actualidad, en gran medida sin ser reguladas por el gobierno.

La otra Honduras
Las regiones menos accesibles de Honduras, por ser montañosas, olvidadas por las plantaciones, las transnacionales y el gobierno por igual, son los lugares en los que la mayoría de la población rural pobre habita y cultiva. Estos agricultores quisieran ser reconocidos no como miembros de una república bananera sino como protagonistas de un enfoque diferente. Por el bien de su propia supervivencia, estos pequeños agricultores están construyendo sobre la base de sus conocimientos sobre cultivos tradicionales, probados a lo largo del tiempo, para mantener los sistemas resilientes de suministro de alimentos y semillas en sus comunidades.

La resiliencia es un término utilizado con frecuencia para referirse a fincas que se mantienen estables a largo plazo. La Fundación para Investigaciones Participativas con Agricultores de Honduras (FIPAH) es una organización no gubernamental que apoya los esfuerzos de estos pequeños agricultores. Según ellos, las granjas son resilientes cuando cumplen tres condiciones: alto nivel de diversidad biológica, que reduce los riesgos en la finca, a la vez que ofrece opciones para adaptarse a los cambios; el basarse en el conocimiento local y la innovación, además de otros enfoques, para solucionar problemas agrícolas; y la dependencia y confianza mutuas al interior de las fuertes redes sociales de la comunidad.

Equipos de investigación agrícola
Con estos objetivos en mente, FIPAH apoya a estas comunidades a través de equipos locales de investigación agrícola conocidos como Comités de Investigación Agrícola Local (CIALs). Estos equipos de investigación involucran a mujeres, hombres y jóvenes en todos los aspectos del trabajo. Operando como cooperativas agrícolas, llevan a cabo una variedad de actividades: mantener los bancos de semillas y genes conducidos por la comunidad, investigación y selección participativas, cultivos y extensión comunitaria. Los resultados son impresionantes: el acceso de los agricultores a diversas semillas de calidad adaptadas localmente ha mejorado, los recursos genéticos están siendo preservados y los conocimientos y experiencia de los agricultores con estas semillas han aumentado. Se alienta especialmente el establecimiento de CIALs para jóvenes, para darles la inspiración y el conocimiento para sostener sus medios de vida agrícolas, y para detener la ola de migraciones a las ciudades. En la actualidad, operan 60 CIALs, y 11 CIALs para jóvenes, a través de 850 miembros en cinco distritos de Honduras. Llegan directamente a alrededor de 12.000 personas en varias comunidades a través de intercambios de semillas y el acceso a reservas de cereales.

Una de las expertas agrícolas que desarrolló variedades de maíz mejoradas por un agricultor es Simeona Pérez, una agricultora de Santa Cruz / Foto: Omar Gallardo

Los bancos comunitarios de semillas y genes sirven como colecciones in situ, o “cuentas bancarias” para la biodiversidad, ingresos y alimentos. Estos bancos son manejados por los agricultores y su importancia para mantener la capacidad de la comunidad para lidiar con impactos que pueden conducir a pérdidas repentinas de los suministros de semillas o alimentos es crucial. Al mismo tiempo, son una fuente de material genético para conservar y aumentar la biodiversidad. Finalmente, como los bancos de semillas son manejados por los propios agricultores, ellos garantizan que las semillas y los recursos genéticos se mantengan en manos de los productores. Los miembros de CIAL se reúnen regularmente para tratar temas relacionados con la repartición y la selección de semillas, al igual que temas referentes al mantenimiento, tales como el manejo de plagas y el almacenamiento.

Fitomejoramiento participativo
Los agricultores a pequeña escala han sido en gran medida ignorados por el gobierno y los científicos agrícolas, por lo que deben buscar por sí mismos soluciones a los problemas que encuentran. A través de las CIAL, los agricultores investigadores analizan los cultivos de acuerdo con diferentes factores relacionados con el rendimiento, el mercado y las condiciones locales del medio ambiente. Experimentan con variedades nativas, adaptándolas para que se adecúen a sus necesidades emergentes. Las seleccionan no solo tomando en cuenta su productividad, sino también su mayor valor nutritivo, los rasgos que permiten que se cocinen y almacenen mejor, y por la capacidad de la planta para adaptarse a condiciones de crecimiento cambiantes. Las mujeres de los equipos de investigación tienen un rol de liderazgo en la selección de caracteres, ya que ellas son las guardianas de las semillas, y tienen conocimientos más profundos de las características de las plantas y de cómo podrían actuar en diferentes condiciones.

Un ejemplo de programa de investigación agrícola exitoso resultó de la necesidad de desarrollar variedades de maíz que pudieran resistir los episodios anuales de fuertes lluvias y viento. Desde el huracán Mitch en 1998 (que anunció el comienzo de las constantes señales de cambio climático en la zona), los campos de maíz han sido frecuentemente arrasados por tormentas, resultando en la pérdida de cosechas. En octubre de 2006, el equipo de la CIAL de Santa Cruz en la región montañosa de Yoro dio a conocer dos variedades de maíz que habían desarrollado a partir de una variedad local o “variedad original”, que produce grandes mazorcas, pero cuya altura se había vuelto un problema en una región cada vez más vulnerable a los huracanes. Las grandes mazorcas están ligadas genéticamente a tallos altos, los cuales con el tiempo se volvieron más y más altos. Estas variedades son beneficiosas como forraje pero corren el riesgo de ser derribadas por vientos fuertes.

A través de un proceso participativo de mejora, los agricultores fueron capaces de producir dos variedades mejoradas –‘Santa Cruz’ y ‘capulín mejorado’– que son más bajas, rinden más e incluso están adaptadas a las condiciones de altura. Los agricultores recogieron semillas para el banco comunal para garantizar un suministro sano. La aparición de este maíz coincidió con una de las temporadas de huracanes más fuertes registradas. Simeona Pérez, una de las agricultoras, dijo: “Este año, debido a la enorme cantidad de lluvia, muchas personas no tuvieron casi nada que cosechar, y no tendrán semillas decentes para sembrar en mayo. Pero gracias a la calidad de nuestra semilla, combinada con prácticas de conservación, no fuimos casi afectados”. Agricultores y funcionarios a lo largo de Honduras han aplaudido su éxito, y han recibido semillas de “capulín mejorado” para sus propias comunidades.

Mayor capacidad para adaptarse al cambio
Los agricultores de Yoro y Otoro están justificadamente orgullosos de sus logros, reconocidos tanto a nivel nacional como internacional. Su éxito también ha reforzado su seguridad alimentaria y sus medios de vida, basados en recursos genéticos y ecológicos locales. Con la creciente incidencia de fenómenos climáticos extremos, tales como huracanes, los agricultores tienen que adaptarse continuamente y estar preparados. Lo hacen prestando más atención a la protección de los cultivos, al igual que al almacenamiento en los bancos de semillas. Este caso demuestra que los agricultores son capaces de manejar sus recursos genéticos locales con base en sus propios conocimientos y mediante la colaboración de agricultores e investigadores. Estos agricultores aumentaron la productividad del maíz local (en 20-30%) así como de algunas variedades de frijol, al mismo tiempo que las hicieron más fuertes y más adaptables al cambio climático. Debido a la conexión tan estrecha de las mujeres con las semillas, FIPAH apoya el fortalecimiento de su rol en los programas de investigación.

Los 60 CIALs existentes en Honduras están colaborando para garantizar que sus éxitos se extiendan más allá de sus propias comunidades. Asociaciones regionales y nacionales de CIALs están trabajando juntas para compartir conocimientos, investigaciones y semillas, esparciendo innovación y biodiversidad a lo largo y ancho del país. Líderes comunitarios como Luis Alonso Pacheco han compartido las experiencias de los agricultores de Yoro con especialistas en agricultura en seminarios internacionales en Etiopía y Alemania. “Para nosotros”, dice Pacheco, “resiliencia significa que estamos aumentando la capacidad de adaptación de las personas y sus ecosistemas para sobrellevar la incertidumbre y el cambio”.

Faris Ahmed
Programas Canadienses, USC Canada, 56 Sparks Street, Ottawa K1P 5B1 Canada.
Correo electrónico: fahmed@usc-canada.org
http://www.usc-canada.org

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA