2016 sería el segundo año consecutivo en que las tecnologías no emisoras de CO2 (energías renovables y nuclear) habrían aportado más energía adicional al consumo energético mundial que los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), según datos de BP.
La transición energética hacia la descarbonización de las energías ya está en marcha en base a tecnologías renovables eléctricas, la eficiencia energética y el menor uso del carbón a favor del gas. Esta es la principal conclusión de los informes que han publicado recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con un estudio sobre las inversiones mundiales en el sector de la energía, y BP, por su parte, el anuario estadístico mundial de la energía de 2016.
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