Un grupo de investigadores hace constar que el sistema de drenaje subterráneo utilizado hace que el océano sea cada vez más susceptible a la invasión de las aguas dulces.
Los residuos vertidos, los fertilizantes, pesticidas o vertidos químicos que desembocan en las aguas dulces, acaban por contaminar también el agua salada.
Este proceso, además de contaminar el agua oceánica, pone en serio peligro la reproducción de muchas especies, lo que repercute en el sector de la pesca. Si a eso le sumamos la sobreexplotación pesquera, esto crea un déficit en el banco de alimento marítimo... Lea la nota completa aquí.