Lo afirman expertos, a propósito de la alarma por el apicidio que se viene presentando en Colombia y otros países por el uso irresponsable de agroquímicos.
Cocteles químicos para blindar los cultivos de las plagas serían culpables del colapso de las colmenas. La desaparición de estos animales pone en riesgo la tercera parte de los alimentos que consume el hombre.
Todo apunta a que la fuerte exposición a pesticidas, llamados neocotinoides, están afectando la capacidad de orientación de las abejas, disminuyendo su vuelo hasta morir.
Así lo explica el ingeniero agrónomo Ignacio Roldán, quien a su vez es apicultor.
Un escenario que tiene enfrentados a los campesinos apicultores con los agricultores. Los primeros defienden sus abejas; los segundos, sus cultivos de las plagas.
Guiomar Nates, experta en abejas de la Universidad Nacional, dice que hay aproximadamente 150 agroquímicos prohibidos, “pero nadie está mirando si se vende o no se vende”.
Un mundo sin polinizadores, explica la científica, podría generar un efecto dominó: primero desaparecerían las abejas, luego los cultivos y la última ficha por caer sería generar una crisis de hambre. La nota completa aquí.