La dieta occidental, en aumento en todo el mundo, tiene altos impactos ambientales y sanitarios.
Comer demasiada carne, además de no ser bueno para la salud, tampoco lo es para el medio ambiente. El tipo de dieta elegida para alimentarse no solo afecta al cuerpo, sino también al entorno. Así lo apunta un estudio que destaca la importancia de lograr una dieta sana y sostenible, de manera que el organismo y el planeta ganen. Este artículo señala que las dietas y el medio ambiente están más conectadas de lo que se piensa, cómo seguir una dieta saludable y ecológica y si el impuesto climático a la carne es una buena idea.
La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda que las dietas, además de garantizar la salud y la seguridad alimenticia, sean también sostenibles. Los responsables de esta institución de Naciones Unidas consideran que una dieta saludable tiene que incorporar el factor ambiental para garantizar su acceso a toda la población presente y futura, además del componente de justicia social para un reparto equitativo de los recursos.
Lea el artículo completo aquí.