diciembre 1997, Volumen 13, Número 2
Una nueva generación de agricultores: la juventud campesina

Educación ecológica en las escuelas primarias

PETER H.J. VAN LIEROP | Página
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

El uso sostenible de los recursos naturales y la educación ambiental están considerados como elementos importantes del desarrollo. Este artículo describe cómo un proyecto de la FAO para las escuelas primarias en las zonas montañosas del Perú, denominado ‘Escuela, Ecología y Comunidad Campesina’ intenta combinar estos dos elementos.

La amplia biodiversidad en la sierra del Perú está relacionada con las diferencias de clima, altura, características hidrológicas y relieve. Esto se pone de manifiesto en la gran variedad y número de especies animales y vegetales.

Aunque la región no es la más apropiada para la agricultura, sus antiguos habitantes crearon un medio ambiente favorable haciendo terrazas en las laderas de las montañas, construyendo canales en las regiones que no tienen agua y domesticando la alpaca (Lama pacos), la llama (Lama glama) y el cuy (Cavia tchudii), así como especies de plantas como la papa (Solanum tuberosum), la oca (Oxalis tuberosa) y la quinua (Chenopodium quina). Desarrollando una gran variedad de especies del mismo cultivo, que pudieran utilizarse en las zonas de diferente clima y altitud, o mezcladas, para reducir los riesgos del medio ambiente, ellos lograron una agricultura muy avanzada para satisfacer sus necesidades de subsistencia. El cultivo o la variedad más apropiados se sembraban en el ambiente más adecuado y como consecuencia, el conocimiento y la tecnólogía local eran tan diversos como el propio ambiente montañoso.

Actualmente, algunos problemas ecológicos se están agudizando, como por ejemplo: la erosión del suelo, la escacez de combustible, el deterioro de las terrazas, el empobrecimiento de la fertilidad del suelo, como consecuencia del uso de fertilizantes y pesticidas químicos, el descuido de los cultivos tradicionales que se adecuaban a las condiciones del medio ambiente pero que también tenían un alto valor nutritivo, como la kiwicha (Amaranthus caudatum), y una pérdida cada vez mayor del conocimiento y las técnicas tradicionales.

Educación primaria en la sierra

Hasta hace poco, los programas educativos para las escuelas primarias se desarrollaban en Lima, la capital, y no eran adecuados para las escuelas rurales de las zonas montañosas, así:

casi todos sus ejemplos se tomaban de la costa y se prestaba poca atención a la cultura local, al medio ambiente natural o a las actividades económicas

preparaban a los alumnos para la educación secundada cuando la mayoría de los alumnos en la sierra sólo reciben educación primaria y muchos no la terminan.

Mientras están en el colegio, la mayoría de los niños de las zonas montañosas ya tienen tareas en la agricultura y para la mayoría de ellos, ésta y/o la crianza de animales será su principal actividad económica después de dejar la escuela. Por lo tanto, no reciben una educación que les ofrezca una base para este futuro.

El nuevo programa

El programa ‘Escuela, Ecología y Comunidad Campesina’ trata de dar a los niños una educación más adecuada. Empieza con educación forestal ya que la deforestación se consideró como el principal problema de las zonas montañosas. Se capacitó a los profesores y se desarrolló material acerca del papel que desempeñan los árboles y la vegetación, incluyendo educación práctica sobre propagación y sierra. Al principio se entregaron semillas de árboles, pero después, éstas se recolectaron de los árboles de la comunidad.

Pronto la necesidad de una educación más integrada fue evidente y se añadieron cinco unidades temáticas más: cuerpo, salud y nutrición; vida y organización social; medio ambiente geográfico; la vida en la naturaleza; y agricultura, crianza de animales y agroforestería. Los objetivos y contenidos están trazados en el currículo educativo y se desarrollaron en seis unidades metodológicas, una para cada uno de los seis grados de primaria. Las guías ofrecen información teórica sobre cada unidad, así como sugerencias relativas a la manera cómo los profesores pueden desarrollar dichas unidades con sus alumnos.

El sistema escolar agroecológico

Parte del programa ecológico está dedicado a desarrollar habilidades en lo que se denomina el sistema escolar agroecológico. Éste está orientado a demostrar qué es la ecología y a crear un medio ambiente en el que los niños puedan aprender a utilizar los recursos naturales de manera sostenible.

El sistema tiene tres sectores que son: agroforestería con un vivero escolar y plantaciones realizadas cada año en los terrenos del colegio; crianza de animales, entre los que figuran cuyes, pollos y lombrices de tierra; y un sector agrícola con un huerto para sembrar diferentes cultivos, hierbas y legumbres.

Se enseñan algunos principios agroecológicos básicos relacionados con tres sectores como: el uso de fertilizantes orgánicos –en este caso el humus producido pro las lombrices de tierra (Eisenia foetida); la disminución de la pérdida de nutrientes relacionando todos los componentes; la conservación y protección del suelo (construcción de terrazas, plantación de cortavientos, etc.; minimización del uso de pesticidas químicos y aplicación de control cultural, mecánico y biológico (Manejo integrado de plagas); y la reproducción de los componentes.

La producción de humus por lombrices de tierra vincula todos los componentes. Los desperdicios de todos los insumos se utilizan para la producción de humus, el cual luego es utilizado en los sectores agrícola y de agroforestería. Cuando la población de lombrices de tierra es suficientemente grande, una parte se utiliza para alimentar a los pollos (Figura 1). Algunas escuelas usan las lombrices de tierra para criar ranas, las cuales tradicionalmente se comen, aunque no se crían en algunas partes de la sierra. Otros sistemas incluyen un estanque de peces en el que las lombrices se usan para alimentar a los peces.

Algunas de las técnicas son nuevas en las comunidades, otras están orientadas a mejorar las actividades existentes como por ejemplo colocar a los cuyes en jaulas en lugar de tenerlos deambulando libres. Sin embargo, el programa también incluye involucrar a la comunidad para que puedan recuperarse las técnicas antiguas apropiadas para el medio ambiente. Por todo esto, la participación de los padres y de la comunidad en general en la creación de la `escuela agroecológica’, es vital. Los profesores reciben capacitación y un manual con ejemplos, pero necesitan recibir de la comunidad: información, conocimientos locales y ejemplos.

Los productos se utilizan para crear plantaciones en las tierras de la comunidad y de la escuela y las verduras, huevos y carne contribuyen a los almuerzos escolares, una contribución que no se puede subestimar dado que un 64% de la población escolar rural sufre de malnutrición crónica. Cualquier excedente puede venderse para pagar los materiales escolares.

El impacto del programa

Entre 1988 y 1994, durante el período de su desarrollo, evaluación y validación, el programa fue implementado en 269 escuelas de la sierra peruana llegando a 45,000 alumnos. Aproximadamente 1,600 profesores fueron capacitados en el uso del sistema y de los materiales de la ‘escuela agroecológica’. Actualmente, el Ministerio de Educación está tratando de difundir el programa en la mayor cantidad posible de escuelas.

Discusión

En base a la experiencia de este proyecto se pueden plantear algunos puntos generales para otros programas dedicados a la educación ambiental.

Habilidades docentes

Durante la capacitación de profesores en el programa se hizo evidente que un número sustancial de ellos carecía de una buena base de habilidades docentes y que conocían muy poco acerca de la preparación del curso y la planificación de su contenido. Entonces se volvieron a redactar las actividades de capacitación para incluir y desarrollar estas habilidades. Sin embargo, esto significó tener menos tiempo disponible para capacitación y desarrollo en el nuevo programa de enseñanza de ecología. Donde no se cuenta con apoyo económico o humano para enseñar las habilidades básicas y la educación ambiental, es mejor incluirlas en los cursos existentes en lugar de desarrollar un nuevo currículo completo sobre el tema.

Gobierno, comunidad y profesores

Donde se desarrolle un nuevo currículo es necesario trabajar a través del Ministerio de Educación. Los profesores están obligados por ley a impartir el currículo tal como ha sido desarrollado por el Ministerio y generalmente los currículos son nacionales y están controlados por un cuerpo de inspectores escolares del Ministerio.

Esto no quiere decir que los profesores no puedan orientar el currículo nacional a las condiciones locales. Cuando el contenido debe cubrir las condiciones locales, éstas pueden ser muy diferentes. Por eso los profesores necesitan capacitación para desarrollar sus propios cursos y materiales y el currículo nacional se debe formular de manera que contemple la posibilidad de diversificación del contenido para adecuarse a las circunstancias locales.

La comunidad local está quizás en mejor posición para ayudar a los profesores a desarrollar ese tipo de cursos. Sin embargo, para lograrlo es necesario superar muchos problemas. Los profesores, a menudo son vistos por la comunidad como quienes tienen más autoridad y conocimiento entonces es necesario que se dé un cambio de actitud de ambas partes.

Huertos escolares

El programa de educación ambiental, como se ha esbozado, se crea en torno al huerto escolar. Es una forma práctica de aprender y de demostrar los principios ecológicos. Sin embargo, existen algunos problemas relacionados con este método:

Generalmente los profesores empiezan con entusiasmo y con la ayuda de los miembros de la comunidad se logra hacer mucho trabajo. Sin embargo, las vacaciones escolares interrumpen el mantenimiento de estos huertos. Sin el compromiso continuo de los profesores y de la comunidad, pocos huertos sobreviven más de un año, especialmente en los lugares en los que los profesores regresan a las áreas urbanas por vacaciones.

La venta de los productos puede rendir beneficios a la escuela y entonces la meta puede ser maximizar la producción en lugar de promover la educación y el proceso de aprendizaje de los niños.

Pueden existir dos fines educativos, ilustrar la naturaleza de la producción sostenible, y enseñar a los niños algunas técnicas agroecológicas. Pero ¿a qué nivel? Lo importante es inculcar una manera de pensar en lugar de dar soluciones tipo. La vermicultura (crianza de lombrices de tierra) por ejemplo, consiste en enseñar a los niños que la criatura más pequeña tiene una parte en la producción de fertilizantes orgánicos. Pero éste es sólo uno de los tantos elementos necesarios para reducir la degradación del suelo. Al enseñar ecología, la idea es hacerles comprender los conceptos para que puedan ser aplicados al utilizar los recursos naturales locales.

En relación a esto, a menudo los profesores saben menos sobre estos recursos naturales, que los miembros de la comunidad y que los niños, quienes ya tienen responsabilidades en la agricultura. Los profesores pueden tener conocimiento acerca del control integrado de plagas pero pueden saber poco acerca de cultivos locales, por lo que se puede correr el riesgo de que no se los tome en cuenta. Los huertos escolares sólo pueden utilizarse como un método exitoso si los miembros de la comunidad y los profesores complementan mutuamente sus conocimientos.

Viveros de árboles

Esta actividad necesita más atención. Aún cuando plantar árboles, si se hace correctamente, puede contribuir a solucionar la erosión y la escasez de combustible, ésta no es una actividad tradicional. Aunque por muchos años los habitantes del campo han utilizado y mantienen los árboles en su medio ambiente, no hay mucha evidencia de que los habitantes de las zonas montañosas del Perú tengan muchos conocimientos acerca de cómo plantarlos. Entonces, los viveros de árboles serían una excelente actividad para ser establecida en las escuelas.

Conclusiones

La educación ambiental debe incluir al inicio capacitación en las técnicas pedagógicas básicas así como en temas del medio ambiente.

Los huertos escolares y los sistemas ecológicos parecen atractivos pero traen consigo algunos problemas. Se pueden priorizar metas diferentes a la educación pero hay un problema específico relacionado con su mantenimiento en periodos de vacaciones.

La participación de los miembros de la comunidad es esencial. Su conocimiento hace posible que el contenido de los cursos sea el adecuado desde el punto de vista regional. Es necesario desarrollar métodos para conseguir su apoyo y compromiso.

La educación sobre el medio ambiente debe conducir a una forma de pensar más que a proporcionar prototipos de soluciones.

 

Pieter van Lierop, Van Uvenweg 22-1,6707 BB Wageningen, Holanda.

 

Referencias

 

– Lierop P. van y Velasco T. (1995). Manual técnico del Sistema Agroecológico Escolar. Proyecto Escuela Ecología y Comunidad Campesina. Ministerio de Educación/FAO. Lima, Perú.

 

– Proyecto Escuela Ecología y Comunidad Campesina (1995). Programa de Educación Ecológica, Guías metodológicas. 6 tomos, Ministerio de Educación, FAO y COTESU. Lima, Perú.

 

– Proyecto Escuela Ecología y Comunidad Campesina (1995). Programa de Educación Ecológica, Programa Curricular. Ministerio de Educación, FAO y COTESU. Lima, Perú.

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA