6 “súper cultivos” más con numerosas propiedades nutritivas

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Comer sano: llamada de atención sobre alimentos autóctonos ricos en nutrientes.

 

A principios de año hicimos un recorrido por seis plantas increíbles de las que quizás no habías oído hablar. Las dietas en el mundo –que incluyen desde raíces y hojas de los bosques como la moringa en África y partes de Asia hasta el cardo, un pariente cercano de la alcachofa en Europa– son variadas, adaptadas al medio ambiente local y pueden combatir la malnutrición y las enfermedades.

Te presentamos seis cultivos tradicionales más que deberías añadir a tu dieta:

El nopal es originario de México, pero ahora se encuentra por todo el mundo. Los frutos del nopal (cactus de pera o chumbera) –planta tolerante a la sequía–, se utilizan principalmente en mermeladas y siropes, son una buena fuente de vitaminas (especialmente vitamina C) y aminoácidos. Los tallos se asocian a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre, así como el colesterol.

Prueba esta receta con nopal: Nopalitos con tomate y cebolla

El trigo sarraceno común carece de gluten, es fácil de digerir y contiene rutina, un compuesto que impide que la sangre se coagule. Su harina se utiliza para hacer fideos en China y Japón, panqueques y galletas en Europa y América del Norte, papillas y sopa en Rusia y Polonia y “chapatis” sin levadura en la India.

Prueba esta receta con trigo sarraceno: Fideos de trigo sarraceno salteados con verduras

La jícama es baja en calorías (38 kcal/100 g) y rica en vitamina C, se originó en América Latina y ahora se cultiva también en muchos países del Sudeste asiático. Sus raíces se pueden comer frescas, cortadas en tiras en ensaladas o marinadas en lima y en forma de harina para uso en pasteles y postres. Cuando maduran, las semillas son tóxicas y pueden ser utilizadas como plaguicidas.

Prueba esta receta con jícama: Ensalada de jícama, aguacate y piña

El árbol del pan (rima) se originó en Oceanía, contiene altos niveles de almidón que puede ser un buen sustituto de la harina de trigo. El látex pegajoso se utiliza en la medicina tradicional, por ejemplo, puede frotarse sobre la piel para tratar infecciones cutáneas. Tradicionalmente, se cuece en hornos de barro o se asa sobre brasas. La fruta se fermenta enterrándola en capas entre hojas, se mezcla con crema de coco y se hornea para obtener pan agrio.

Pruebe esta receta con árbol del pan: Pastel de rima

La acederilla (oca) es un alimento energético, de bajo contenido en grasa y fácil de digerir. Uno de los tubérculos tradicionales de los Andes, esta planta puede cultivarse a altitudes elevadas entre 2 500 y 4 000 metros sobre el nivel del mar y posee una mayor tolerancia a las plagas que las papas. Se cultiva por su crujiente raíz comestible en la que la planta almacena almidón durante el invierno o en los períodos fríos cuando no está creciendo.

Prueba esta receta con acederilla: Acederillas y papas salteadas picantes

El cardo comestible es un pariente cercano de la alcachofa y se utiliza en platos tradicionales de España, Italia y el sur de Francia. Sus flores pueden ser un sustituto del cuajo en la elaboración de quesos y se considera que sus hojas poseen efectos diuréticos, mejoran la función de la vesícula biliar y la función hepática y estimulan la digestión. Las semillas pueden prensarse para obtener aceite destinado a la producción de biodiesel.

Prueba esta receta con cardo: Cardo con salsa de almendras

Fuente FAO, publicado el 23/12/2015